El 11 de septiembre de 2025, el contrato de estaño 2510 más negociado de la SHFE cerró en 271.260 yuanes/tonelada en la sesión de la tarde, con un aumento de 1.780 yuanes o 0,66% respecto al día de negociación anterior. El rango de negociación intradía se situó entre 270.430 yuanes/tonelada y 272.680 yuanes/tonelada, mostrando un patrón de fluctuación en niveles altos. Mientras tanto, el estaño del LME cerró en 34.635 dólares/tonelada, con un alza del 1,76%, un volumen de negociación de 407 lotes y una ligera disminución en el interés abierto. La leve recuperación de los precios del estaño ese día se debió principalmente al apoyo de una mejora marginal en el sentimiento macro y a las continuas restricciones en el lado de la oferta. La tasa de crecimiento interanual del PPI de agosto en EE. UU. se desaceleró inesperadamente a 2,6%, mientras que el PPI básico cayó un 0,1% mensual. Estos datos debilitaron significativamente el índice del dólar estadounidense y reforzaron las expectativas del mercado sobre un recorte de tasas de la Fed en septiembre, proporcionando así un impulso para los metales básicos denominados en dólares. Sin embargo, el sentimiento general del mercado se mantuvo cauteloso, ya que los inversores monitoreaban de cerca la publicación de los datos del IPC de EE. UU. en la noche para obtener señales de política más claras.
Desde una perspectiva fundamental, la situación de oferta ajustada proporcionó un apoyo central para los precios del estaño. A nivel nacional, la minería de mineral de estaño en las principales regiones productoras, como Yunnan, continuó restringida. Además, algunas fundidoras extendieron su mantenimiento hasta septiembre, limitando aún más la producción de estaño refinado. Los complementos de mineral importado tampoco fueron fluidos. Aunque la producción en Myanmar se reanudó gradualmente, la producción real de mineral se mantuvo baja debido al transporte ineficiente durante la temporada de lluvias y el endurecimiento de las políticas aduaneras terrestres en el sudeste asiático, lo que dificulta aliviar significativamente la tensa oferta de materias primas a corto plazo. En el lado de la demanda, surgió un patrón divergente, caracterizado por la "debilidad tradicional y el insuficiente impulso de los sectores emergentes". El sector tradicional de soldadura electrónica mostró un desempeño débil debido a los lastres de la inmobiliaria y la infraestructura. Aunque la industria de electrónica de consumo mostró signos de una leve recuperación, los altos precios del estaño suprimieron significativamente la voluntad de compra de los actores downstream, con el mercado realizando principalmente compras justo a tiempo.
La negociación en el mercado spot no se volvió más activa con la recuperación del precio de futuros; en cambio, prevaleció un sentimiento de espera y observación. Los actores downstream mantuvieron solo compras rígidas, y los volúmenes de negociación de los comerciantes fueron generalmente bajos. A corto plazo, los precios del estaño en la SHFE mostraron cierta resistencia a la baja, respaldados por las expectativas macroeconómicas de recortes de tasas y una oferta ajustada. Sin embargo, la débil demanda y la resistencia del mercado a los recursos de alto precio también limitaron el potencial de recuperación.



