El jueves de esta semana, un alto cargo del Banco de la Reserva de Australia (RBA) afirmó que los exportadores australianos confían en las perspectivas de crecimiento económico de China y creen que los aranceles estadounidenses pueden mejorar la ventaja competitiva de las exportaciones australianas en el mercado chino. Por lo tanto, son optimistas sobre las perspectivas de sus negocios en China.
Confianza en el crecimiento económico de China
En un discurso pronunciado en Sídney, Andrew Hauser, subgobernador del RBA, expresó su confianza durante un viaje reciente a China en que el Gobierno chino tomaría las medidas necesarias para mantener el crecimiento económico.
China es, con mucho, el mayor socio comercial de Australia, y su crecimiento económico y sus condiciones industriales son cruciales para las exportaciones australianas.
A principios de abril de este año, Hauser visitó China y se reunió con numerosas organizaciones chinas y exportadores australianos. Esta visita coincidió con el anuncio por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, de fuertes aranceles a China, lo que provocó un enfriamiento de las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos en ese momento.
Hauser dijo que durante su viaje a China, observó un nivel extraordinario de confianza en las perspectivas de China y la creencia de que China mantendría una postura firme en la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Además, observó que la gente no esperaba que China recurriera a la devaluación de la moneda para ayudar a compensar el impacto de los aranceles estadounidenses sobre los productos chinos.
Lo que más le llamó la atención fueel optimismo de las empresas australianas sobre las perspectivas de sus operaciones en China.
Por ejemplo, los sectores del acero y el mineral de hierro son las mayores industrias de exportación de Australia a China. Hauser descubrió que las empresas de estos sectores creían que, a corto plazo, las ventajas de Australia en cuanto a escala y costes en el mineral de hierro en relación con otros productores apenas se verían amenazadas.
Hauser afirmó:
"Lo que más me llamó la atención fue el optimismo de la mayoría de las empresas australianas sobre las perspectivas de cooperación con China. Este optimismo se basa en un repunte de la confianza del mercado a principios de 2025 y en la creencia de que [China] hará 'todo lo posible' para mantener la economía".
"Además, [los exportadores australianos] también especulan que los recientes desarrollos en la política comercial pueden mejorar su posición competitiva en el mercado chino. "
No obstante, también señaló que, bajo la influencia de los aranceles estadounidenses, algunos productos chinos que originalmente se exportaban a Estados Unidos podrían cambiar sus mercados a otros países, lo que podría exponer a las empresas australianas a una competencia más feroz de parte de las empresas chinas, tanto en el mercado nacional como en el extranjero.
Sin embargo, actualmente no está claro qué tan importante será este impacto, ya que hay muy poca superposición entre los bienes y servicios producidos por China y Australia.
El Banco de la Reserva de Australia consideró que la evolución de la situación comercial mundial tendría un efecto moderador sobre la inflación neta de Australia, lo que fue una de las razones por las que el martes redujo los tipos de interés en 25 puntos básicos e introdujo más políticas de flexibilización.
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