El martes, hora local, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que "parcheó" algunos de los aranceles automotrices implementados a principios de este mes, trayendo una luz de esperanza a la industria automotriz, que actualmente está lidiando con la incertidumbre regulatoria y los costos adicionales impuestos por los aranceles.
Ese día, Trump firmó la orden ejecutiva a bordo del Air Force One. Aunque los aranceles automotrices del 25% seguirán vigentes, las nuevas medidas reducirán el nivel arancelario general sobre las importaciones de automóviles. En términos simples, los automóviles importados estarán exentos de aranceles separados similares a los de acero y aluminio, para evitar el efecto acumulativo de los aranceles superpuestos.
Según un alto funcionario del Departamento de Comercio de Estados Unidos, la Casa Blanca también ajustará el arancel del 25% sobre las autopartes originalmente programado para entrar en vigor el 3 de mayo, permitiendo que los fabricantes de automóviles que producen y venden vehículos completos en Estados Unidos soliciten una deducción arancelaria de hasta el 3,75% (25% X 15%) del valor del vehículo. Esta deducción se reducirá a un máximo del 2,5% (25% X 10%) después de un año y se eliminará el año siguiente (30 de abril de 2027).
Actualmente no está claro cómo los fabricantes de automóviles recibirán tal compensación, pero es importante señalar que la política se aplica a los vehículos producidos después del 3 de abril.
"Solo queremos ayudarlos a superar este pequeño período de transición", dijo Trump el martes.
La industria automotriz "contrataca"
Esta concesión se produjo después de semanas de intensas presiones por parte de fabricantes de automóviles, proveedores de autopartes y concesionarios de automóviles, quienes advirtieron que los aranceles excesivos podrían aumentar los precios de los automóviles, provocar el cierre de fábricas y llevar a la pérdida de empleos.
El presidente de Stellantis, John Elkann, había advertido previamente que las políticas comerciales de Trump "ponen en riesgo a las industrias automotrices de Estados Unidos y Europa". Otro ejecutivo de la industria automotriz también declaró: "Hemos instado al Gobierno a no imponernos estos aranceles una y otra vez... porque realmente pone en peligro la salud de nuestra industria".
Además, seis importantes organizaciones que representan a la industria automotriz de Estados Unidos también se unieron inusualmente para presionar al Gobierno de Trump para que no impusiera estos aranceles. Estas organizaciones representan a concesionarios franquiciados, proveedores y a casi todos los fabricantes de automóviles importantes, con la excepción de Tesla, Rivian y Lucid.
En una carta a los funcionarios del Gobierno de Trump, declararon que los aranceles inminentes podrían poner en peligro la producción automotriz de Estados Unidos. La carta señaló que muchos proveedores de automóviles ya están "en problemas" y no pueden permitirse aumentos de costos adicionales, lo que llevaría a problemas más amplios en la industria.
Por lo tanto, la última concesión de Trump marcará una victoria inicial para la industria automotriz y también señalará otra "retirada" de Trump en sus políticas arancelarias más agresivas.
Sin embargo, vale la pena señalar que, aunque los últimos ajustes aliviarán en cierta medida algunas de las presiones de costos sobre los fabricantes de automóviles, proveedores de autopartes y concesionarios, aún es difícil medir la reducción real de los costos financieros. Toda la industria sigue lidiando con el arancel del 25% sobre los automóviles importados, lo que podría aumentar significativamente los costos de la industria y exacerbar las presiones en la cadena de suministro.
Reacciones de las empresas
Jennifer Safavian, directora ejecutiva de Autos Drive America, que representa a los principales fabricantes de automóviles extranjeros que operan en Estados Unidos, calificó las nuevas medidas como "un alivio bienvenido para los fabricantes de automóviles, pero aún queda mucho trabajo por hacer".
Safavian instó a Trump a "crear un entorno favorable al crecimiento y regulatorio para la prosperidad de la manufactura estadounidense".
El director ejecutivo de Ford, Jim Farley, expresó su agradecimiento por los cambios anticipados en una declaración por correo electrónico el martes, pero también advirtió que la compañía aún enfrenta aumentos de costos significativos.
"Ford agradece y valora las decisiones del presidente Trump, que ayudarán a mitigar el impacto de los aranceles sobre los fabricantes de automóviles, proveedores y consumidores", escribió.
El presidente de Stellantis, John Elkann, también respondió, diciendo: "Stellantis agradece las medidas de alivio arancelario decididas por el presidente Trump. A medida que evaluamos más a fondo el impacto de las políticas arancelarias en nuestras operaciones en América del Norte, esperamos seguir trabajando con el Gobierno de Estados Unidos para fortalecer la competitividad de la industria automotriz estadounidense y estimular las exportaciones".
La directora ejecutiva de General Motors, Mary Barra, también agradeció a Trump, diciendo que "ayuda a crear un campo de juego nivelado para empresas como GM y nos permite invertir más en la economía estadounidense".
