Alfred Kammer, director del Departamento Europeo del Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmó que la política de estímulo fiscal de Alemania impulsará el crecimiento económico europeo en los próximos años, pero no será suficiente para compensar el lastre causado por los aranceles estadounidenses.
Debido a las agresivas políticas arancelarias introducidas por el presidente estadounidense Trump, el FMI redujo sus previsiones de crecimiento para la zona euro la semana pasada, así como para Estados Unidos, Reino Unido y muchos países asiáticos.
El FMI revisó a la baja sus previsiones de crecimiento para la zona euro en 0,2 puntos porcentuales para cada uno de los próximos dos años, proyectando un crecimiento del 0,8% en 2025 y del 1,2% en 2026.
En una entrevista con los medios, Kammer dijo: "Los factores que pesan sobre las perspectivas son principalmente los aranceles y las tensiones comerciales, en lugar del impacto positivo de las medidas fiscales".
Añadió: "Lo que estamos viendo es una revisión a la baja significativa de las expectativas de crecimiento para las economías europeas avanzadas... mientras que la revisión a la baja para los países emergentes de la zona euro es el doble que la de las economías avanzadas".
Kammer señaló que el proyecto de ley de gasto en infraestructura recientemente aprobado por Alemania impulsará el crecimiento de la zona euro en los próximos dos años y compensará ligeramente el impacto negativo de los aranceles.
Alemania ha flexibilizado sus antiguas restricciones de deuda, no solo aumentando el gasto en defensa, sino que también planea establecer un fondo especial por un total de 500.000 millones de euros (aproximadamente 548.000 millones de dólares) mediante financiación de deuda para proyectos de infraestructura en transporte, redes eléctricas y otras áreas.
Los economistas creen que esta medida tendrá un impacto significativo en la economía alemana, que atraviesa dificultades.
Como la mayor economía de Europa, Alemania ha experimentado dos años consecutivos de contracción económica, lo que la convierte en el único país miembro del G7 que no logró alcanzar el crecimiento económico en los últimos dos años.
Sin embargo, el optimismo se ha visto sacudido por los aranceles estadounidenses, y se espera ampliamente que las políticas comerciales de la administración Trump en Estados Unidos frenen el crecimiento económico mundial y los flujos comerciales.
La semana pasada, el Gobierno alemán redujo su previsión de crecimiento económico para este año, proyectando que su producto interior bruto (PIB) se estancará tras dos años consecutivos de contracción.
Robert Habeck, el saliente ministro de Economía alemán, afirmó que el efecto impulsor de las medidas de estímulo fiscal del Gobierno alemán sobre la economía solo se hará evidente el próximo año, y se espera que el crecimiento alcance el 1%.
