Mientras el presidente estadounidense Trump blandía el "bastón arancelario" de manera indiscriminada, las acciones estadounidenses habían caído en una tendencia de "declive continuo". Poco después de implementar con fuerza los "aranceles recíprocos", Trump sorprendentemente "cambió de postura" y anunció que había autorizado una suspensión arancelaria de 90 días para los países que no hubieran tomado medidas de represalia.
Esto contrasta claramente con su promesa anterior de mantener aranceles históricamente altos y es otro ejemplo de la reciente volatilidad de la política arancelaria estadounidense.
Trump explicó que, dado que más de 75 países se habían puesto en contacto con las agencias representativas de Estados Unidos para negociar soluciones sobre cuestiones relacionadas con el comercio, las barreras comerciales, los aranceles, la manipulación de divisas y los aranceles no monetarios, y que estos países, bajo su fuerte recomendación, no habían tomado ninguna medida de represalia contra Estados Unidos, había aprobado una suspensión de 90 días.
"Durante este período, los aranceles recíprocos sobre estos países se reducirán significativamente al 10%, y las medidas de suspensión entrarán en vigor de inmediato", añadió. Sin embargo, la Casa Blanca se negó a revelar qué países estarían cubiertos por las medidas de suspensión o cuánto tiempo durarían las negociaciones con los 75 países.
Los factores del mercado también fueron un importante impulsor de esta decisión.
Al mismo tiempo, Trump reconoció que los factores del mercado habían influido en su decisión.
Cuando se le preguntó por qué había decidido suspender los aranceles, Trump respondió: "Creo que la gente se excedió un poco. La gente se impacientó, se asustó un poco".
Trump también declaró que estaba especialmente centrado en el mercado de bonos, al parecer refiriéndose a la fuerte caída de la demanda de bonos del Tesoro estadounidense y al fuerte aumento de los rendimientos recientemente.
Durante mucho tiempo, los bonos del Tesoro estadounidense se han considerado un refugio seguro durante las turbulencias financieras. Sin embargo, después de que la nueva ronda de aranceles entrara en vigor y China anunciara nuevas contramedidas, los bonos del Tesoro estadounidense experimentaron una gran venta masiva, y el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años subió brevemente por encima del 4,5% el miércoles.
Tras el anuncio de la suspensión arancelaria, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años retrocedió al 4,382% al cierre, un aumento de 12 puntos básicos, mientras que el rendimiento del bono del Tesoro a 2 años subió 4 puntos básicos al 3,768%. Los tres principales índices bursátiles estadounidenses subieron al cierre, con el Nasdaq subiendo más del 12%, lo que supone la segunda mayor ganancia diaria de la historia.
"El mercado de bonos es muy complicado, y lo he estado observando. Pero si lo miras ahora, es hermoso. Me sentí un poco mal anoche. Hay que ser flexible para lograr las cosas", dijo.
Tras el anuncio de Trump, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, también dijo a los periodistas que la suspensión de 90 días fue el resultado de que los países esperaban negociar acuerdos con la administración Trump para reducir los aranceles.
"Tenemos a más de 75 países que se han puesto en contacto con nosotros, y creo que habrá más después de hoy", dijo.
Bessent también señaló que cada una de las 75 negociaciones en curso estaba "hecha a medida", y que el plan arancelario de Trump creaba "apalancamiento negociador".
Sin embargo, más tarde añadió que los aranceles separados sobre los automóviles, el acero y el aluminio importados seguirían vigentes, y que también se mantendrían los aranceles previstos sobre bienes como la madera y los productos farmacéuticos.
