A finales de octubre de 2025, la rivalidad comercial entre Estados Unidos y China dio un giro dramático. El Ministerio de Comercio de China anunció la suspensión por un año de las nuevas regulaciones sobre controles de exportación de tierras raras, posponiendo medidas estrictas que habrían requerido que las empresas extranjeras obtuvieran licencias de exportación incluso si sus productos contenían cantidades mínimas de tierras raras chinas.
Esta decisión dio un respiro a las empresas estadounidenses, pero, dada la situación actual, la idea de que Estados Unidos pueda construir una cadena de suministro de tierras raras independiente en un año es simplemente una quimera. China controla el 90% de la capacidad mundial de refinación de tierras raras, un dominio que no puede ser sacudido a corto plazo.
Sin embargo, que sea inamovible no significa que no se pueda actuar. Ampliar la cooperación en tierras raras, asegurar el suministro interno y diversificar toda la cadena industrial —si esto puede desafiar el dominio chino en tierras raras en realidad no es crucial para Estados Unidos mismo.
Con este objetivo en mente, en el plazo de un mes tras la introducción de las nuevas regulaciones, Estados Unidos cambió su estrategia de desarrollo de tierras raras.
MP Mine: Como la única mina de tierras raras a escala en Norteamérica, MP Materials está acelerando el desarrollo de este recurso. La mina es principalmente rica en tierras raras ligeras, pero la empresa planea poner en marcha una instalación de separación de tierras raras pesadas para fines de 2025, desafiando el dominio de China en el sector de tierras raras pesadas.
Proyecto Utah Silicon Ridge: El yacimiento por adsorción iónica descubierto por Ion Mineral Technology Company tiene ventajas únicas, con una ley de tierras raras del 0,27%, superior al promedio de la industria. El proyecto ha obtenido permisos de minería y cuenta con instalaciones de procesamiento asociadas, lo que permite una comercialización rápida.
Proyecto Texas Round Top: American Rare Earths ha adelantado la puesta en marcha de este proyecto de tierras raras pesadas a 2028, reflejando la urgencia que siente Estados Unidos por acelerar el desarrollo de sus recursos nacionales de tierras raras.
Estados Unidos está adoptando una estrategia de "deslocalización entre aliados" (friend-shoring), colaborando con socios como Canadá y Australia para construir un sistema de suministro de tierras raras diversificado. Esta estrategia busca reducir la dependencia de las tierras raras chinas y mejorar la seguridad de la cadena de suministro.
Estados Unidos también busca un diseño integral en la construcción de su cadena industrial de tierras raras:
eVAC planea aumentar la capacidad de producción de imanes de su planta de Sumter a 2.000 toneladas métricas anuales para el primer trimestre de 2026 y aspira a expandirla a seis veces esta capacidad en los próximos años. La empresa obtiene materias primas de MP Materials para garantizar la estabilidad de la cadena de suministro.
El Departamento de Defensa de EE. UU. otorgó un préstamo de 620 millones de dólares al productor de imanes Vulcan Elements para apoyar la expansión de su capacidad de separación de tierras raras y producción de imanes. Este modelo de cooperación gubernamental-empresarial desempeña un papel crucial en el desarrollo de la industria estadounidense de tierras raras.
Al mismo tiempo, la cooperación de EE. UU. con Canadá es una parte clave para construir un sistema de cadena de suministro de tierras raras en América del Norte:
Complementariedad de recursos: Canadá posee los mayores recursos conocidos de tierras raras del mundo, con reservas de 15,2 millones de toneladas de óxidos de tierras raras, considerados por el Pentágono como un "salvavidas" para asegurar la cadena de suministro.
Mecanismo de intercambio de capacidad: Canadá propuso una estrategia de "intercambio de capacidad", que planea distribuir las tierras raras producidas a mercados aliados en lugar de satisfacer únicamente la demanda interna. Este enfoque ha recibido respuestas positivas de aliados como Alemania.
Proyectos de cooperación específicos: El productor estadounidense de imanes REalloys firmó un acuerdo de compra de materiales de tierras raras por cinco años con el Saskatchewan Research Council de Canadá, que incluye materiales clave como aleación de praseodimio-neodimio, óxido de disprosio y óxido de terbio.
EE. UU. está avanzando en múltiples frentes en investigación y desarrollo de tecnología de tierras raras:
La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Energía de EE. UU. otorgó una subvención de 3 millones de dólares a un equipo de investigación de la Universidad de California, Davis, para desarrollar un proceso de recuperación de elementos de tierras raras basado en biología. Esta tecnología innovadora busca utilizar microorganismos tolerantes a ácidos modificados genéticamente para capturar selectivamente elementos de tierras raras de aguas residuales ácidas de minas e industriales.
Momentum Technologies presentó su tecnología patentada de extracción con membranas y solventes a la Cámara de Representantes de EE. UU., describiéndola como una solución de procesamiento nacional para abordar las vulnerabilidades en la cadena de suministro de minerales críticos del país. Este avance tecnológico representa un desafío potencial al dominio de China en la tecnología de refinación de tierras raras.
Actualmente, la industria estadounidense de tierras raras está experimentando un auge de inversión sin precedentes, con gigantes de Wall Street, desde JPMorgan hasta Goldman Sachs, comprometiendo 1.000 millones de dólares en fondos de construcción para MP Materials. El Departamento de Defensa de Estados Unidos se ha convertido en el mayor accionista de MP Materials, con aproximadamente el 15% del capital.
A medida que se acerca 2026, queda por ver si Estados Unidos puede maximizar sus esfuerzos para aprovechar esta ventana de oportunidad de un año más allá de las estrategias mencionadas.



