Shanghai (Gasgoo)- El 23 de julio, la empresa china de conducción autónoma Pony.ai anunció que las pruebas en carreteras públicas del ARCFOX αT5, impulsado por su sistema de conducción autónoma de séptima generación (es decir, el modelo de vehículo autónomo de séptima generación de Pony.ai), han comenzado oficialmente en Beijing.
Este hito se produce solo media semana después de que el mismo modelo fuera aprobado para pruebas en Shenzhen, tras una autorización anterior en Guangzhou.
La luz verde simultánea en las tres principales megaciudades de China marca un fuerte comienzo para el plan de Pony.ai de desplegar una flota de 1.000 Robotaxis para finales de este año.
El lanzamiento de varios modelos de séptima generación en Beijing, Guangzhou y Shenzhen subraya la robustez y versatilidad de la solución de conducción autónoma L4 de Pony.ai. Los vehículos se están poniendo a prueba en diversos entornos urbanos que varían ampliamente en comportamiento del tráfico, diseños de carreteras y condiciones climáticas, lo que destaca la adaptabilidad, la estabilidad de la plataforma y la escalabilidad del sistema.
Solo en Beijing, la flota de vehículos autónomos de séptima generación ya está realizando operaciones habituales dentro de una zona de demostración de vehículos autónomos de 225 kilómetros cuadrados. Se espera que estos esfuerzos enriquezcan las opciones de movilidad para los residentes locales y contribuyan al impulso más amplio de la ciudad hacia sistemas de transporte urbano más inteligentes y eficientes.
Los vehículos ARCFOX αT5 con licencia han sido desarrollados conjuntamente por Pony.ai y BAIC BJEV, y debutaron por primera vez en el AUTO SHANGHAI 2025 este pasado abril. Construido de forma nativa en la plataforma BEV (vehículo eléctrico de batería) dedicada de BAIC BJEV, el modelo admite la redundancia de pila completa necesaria para la autonomía L4. Está equipado con el sistema integrado de hardware y software Gen-7 de Pony.ai.
El vehículo cuenta con 34 sensores en seis categorías, incluidos LiDAR, cámaras, radar de ondas milimétricas, micrófonos, sensores de agua y detectores de colisión. Este conjunto completo de sensores permite capacidades de conducción autónoma en todo momento, todo el tiempo y en todos los escenarios, que abarcan carreteras urbanas, autopistas y vías de circunvalación.
En el corazón de la tecnología se encuentra el marco de trabajo "modelo mundial + conductor virtual" de Pony.ai, que permite al sistema navegar de forma segura en condiciones de iluminación variables, condiciones de carretera complejas y casos extremos poco comunes. Cabe destacar que, con una reducción del 70 % en los costes del hardware de conducción autónoma en comparación con las generaciones anteriores, el nuevo vehículo ofrece un rendimiento más suave y seguro en escenarios desafiantes, como paradas en calles estrechas, ceder el paso a vehículos de emergencia, intrusiones repentinas de peatones, entornos de poca luz y pasos por cabinas de peaje.



