El jueves (22 de mayo), hora local, el Senado de Estados Unidos bloqueó el plan de California de prohibir por completo la venta de vehículos de motor de combustión interna para 2035 con un voto de 51 a favor y 44 en contra, y envió el proyecto de ley a Trump para su firma.
En concreto, la votación anuló una exención aprobada por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) durante la administración de Biden, que permitía a California establecer normas de emisiones de escape de automóviles más estrictas que las regulaciones federales para promover la venta de vehículos eléctricos y otros vehículos de cero emisiones.
Estados Unidos promulgó la Ley de Aire Limpio en 1970, inicialmente para ayudar a California a abordar los graves problemas de contaminación por niebla tóxica. Sin embargo, le dio a California un papel de liderazgo en la formulación de políticas de protección ambiental, y los estándares establecidos por el estado fueron ampliamente adoptados por varios estados dispuestos a seguir su ejemplo, como Nueva York y Washington.
Sin embargo, la regulación de California de "prohibición de los motores de combustión interna" ha provocado una fuerte oposición de los fabricantes de automóviles, los productores de combustible e incluso del propio Trump. Entre los opositores se encuentran Toyota, la Asociación Estadounidense de Fabricantes de Combustibles y Petroquímicos (AFPM, por sus siglas en inglés) y la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que argumentan que estos estándares son "simplemente inalcanzables".
La senadora republicana Shelley Moore Capito, de Virginia Occidental, declaró: "En las últimas dos décadas, California ha utilizado su exención para imponer políticas climáticas extremas a todo el país, lo que no es la intención original de la Ley de Aire Limpio".
Capito señaló: "La decisión de limitar las opciones de los consumidores, aumentar los precios de los automóviles y provocar la pérdida de cientos de miles de empleos fue tomada por California y aprobada por un Gobierno federal que ya ha sido rechazado por los votantes estadounidenses".
A principios de este mes, el proyecto de ley ya había sido aprobado por la Cámara de Representantes. Desde su campaña electoral del año pasado, Trump ha criticado repetidamente la industria de los vehículos eléctricos, alegando que los vehículos eléctricos son "completamente inútiles", benefician a otros países y perjudican a los trabajadores estadounidenses.
Sin embargo, algunos analistas creen que la exención de la EPA no está sujeta a revocación mediante el procedimiento de la Ley de Revisión del Congreso (CRA, por sus siglas en inglés) que utilizan actualmente los republicanos. Los demócratas argumentan que los republicanos han adoptado tácticas procesales controvertidas que podrían sentar un peligroso precedente.
El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, declaró: "Esta es la 'opción nuclear'. "Permite a los republicanos secuestrar las normas del Senado y erosionar gradualmente la institución que dicen valorar".
Manish Bapna, presidente del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC) de Estados Unidos, dijo: "Esta votación es un ataque sin precedentes y extremadamente imprudente a los esfuerzos legales de los estados para hacer frente a la contaminación del aire".
Bapna añadió: "Bajo la influencia de los esfuerzos de cabildeo multimillonarios de las 'grandes petroleras', los republicanos han abandonado fácilmente su postura tradicional de permitir que los estados formulen políticas de manera independiente en función de los valores e intereses de sus residentes".
