Según las estimaciones preliminares de Eurostat, el Índice de Precios al Consumo (IPC) de la zona euro subió un 2,2 % interanual en abril de este año, manteniéndose estable en comparación con la lectura anterior, pero superando las expectativas de los economistas del 2,1 %. Aumentó un 0,6 % mensual, sin cambios respecto a la lectura anterior del 0,6 % y por encima del 0,5 % previsto.
Sin embargo, el IPC subyacente, que excluye los precios de los alimentos, el alcohol, el tabaco y la energía, subió un 2,7 % interanual, frente al 2,4 % de la lectura anterior, y alcanzó un máximo de ocho meses. También aumentó un 1,0 % mensual en comparación con el mes anterior.
Entre ellos, la inflación en el sector de los servicios se aceleró aún más, subiendo un 3,9 % interanual y un 1,3 % mensual. Los precios de los alimentos sin procesar aumentaron un 4,9 % interanual y un 0,9 % mensual. Los precios de los bienes industriales no energéticos subieron un 0,6 % interanual. Mientras tanto, los precios de la energía cayeron un 3,5 % interanual.
Los datos publicados el mismo día también incluyeron: la tasa de desempleo de la zona euro en marzo fue del 6,2 %, superior a la lectura prevista y anterior del 6,1 %, lo que intensificó las preocupaciones del mercado sobre la economía europea.
En un contexto de incertidumbre sobre las condiciones del comercio mundial y de mayor imprevisibilidad de las amenazas arancelarias de Estados Unidos, los datos de inflación recién publicados en la zona euro pueden poner en duda el momento del próximo recorte de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE).
A pesar de que los funcionarios del BCE han expresado optimismo sobre un recorte de tipos de interés en junio en sus recientes declaraciones, este conjunto de datos de inflación de abril, en particular el aumento de la inflación subyacente, puede cambiar su tono.
Antes de esto, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, declaró que se espera que la inflación mundial disminuya gradualmente. François Villeroy de Galhau, miembro del Consejo de Gobierno del BCE, dijo que la inflación en la zona euro está en una trayectoria descendente, lo que deja espacio para que el BCE reduzca gradualmente los tipos de interés, y que no hay riesgo de recesión en Europa.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, declaró que los riesgos se han intensificado en medio de una incertidumbre excepcional, advirtiendo sobre la volatilidad del mercado y pidiendo una estricta vigilancia contra el contagio de la crisis. Además, Martins Kazaks, miembro del Consejo de Gobierno del BCE, dijo que la trayectoria de los tipos de interés depende de la inflación y que hay una gran incertidumbre en la economía mundial.
