El lunes, hora local, una encuesta publicada por la Reserva Federal de Nueva York mostró que, a medida que la guerra arancelaria se enfriaba, las preocupaciones de los consumidores estadounidenses sobre la inflación disminuyeron en mayo.
En concreto, la Encuesta de Expectativas del Consumidor de mayo indicó que la expectativa de inflación a un año fue del 3,2%, una disminución de 0,4 puntos porcentuales respecto al mes anterior; la expectativa de inflación a tres años cayó del 3,2% de abril al 3%; y la expectativa de inflación a cinco años bajó del 2,7% al 2,6%.
Aunque estas cifras siguen por encima del objetivo de inflación anual del 2% de la Reserva Federal de Estados Unidos, los cambios en estos indicadores se mueven en una dirección positiva y reflejan un cambio en el sentimiento de temor que había surgido anteriormente por el uso de la vara arancelaria por parte de Trump.
A principios de abril, Trump anunció un arancel base del 10% sobre todas las importaciones estadounidenses y una serie de supuestos aranceles recíprocos sobre decenas de socios comerciales. Ante la grave volatilidad del mercado en los mercados financieros, anunció entonces un aplazamiento de las medidas arancelarias recíprocas.
Los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos supervisan de cerca la tendencia de las expectativas de inflación, ya que creen que las expectativas del público sobre la inflación pueden tener un fuerte impacto en los niveles actuales. Si la gente espera que los precios suban en el futuro, puede aumentar el gasto ahora e incluso exigir salarios más altos. La Reserva Federal ha declarado repetidamente que la relativa estabilidad de las expectativas a largo plazo es una de las razones por las que creen que la inflación volverá al nivel objetivo.
En comparación con los resultados de las encuestas de la Universidad de Michigan y del Conference Board, los resultados de la encuesta de la Reserva Federal de Nueva York son menos volátiles. Esta encuesta trajo algunas buenas noticias a la Casa Blanca en un momento en que los funcionarios del Gobierno estadounidense intentan aliviar las preocupaciones sobre la inflación provocada por los aranceles.
Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, dijo el lunes que, según todos los indicadores de inflación, la disminución superó los niveles observados en más de cuatro años. "A pesar del aumento de los ingresos arancelarios, la inflación está disminuyendo, lo que contradice lo que otros han estado diciendo, pero se alinea estrechamente con lo que nosotros hemos estado diciendo".
Sin embargo, los economistas generalmente esperan que los aranceles elevados conduzcan a precios más altos para los consumidores y al mismo tiempo frenen el empleo y el crecimiento económico. La cuestión principal es si estos aumentos de precios serán eventos únicos o tendrán impactos duraderos.
Nick Timiraos, conocido como el "Encantador de la Fed", comentó que las expectativas de inflación de la Reserva Federal de Nueva York para mayo disminuyeron inesperadamente, aunque la incertidumbre sobre las expectativas de inflación a medio plazo sigue siendo alta.
Además, la encuesta también mostró que los consumidores creen que es menos probable que aumente el desempleo el próximo año y que tendrán más oportunidades de encontrar trabajo si ellos mismos se quedan sin empleo.
En mayo, los consumidores se volvieron más optimistas sobre su situación financiera personal, lo que incluye una ligera mejora en el acceso al crédito y una disminución en la probabilidad de morosidad en las deudas.
Sin embargo, un informe publicado el lunes reveló que un punto débil para los consumidores aún persiste: las operaciones de las tiendas de comestibles. Los consumidores esperan que los precios de los alimentos aumenten 0,4 puntos porcentuales hasta el 5,5 % el próximo año, el nivel más alto desde octubre de 2023. Mientras tanto, el aumento esperado en los precios de las viviendas en mayo fue del 3 %, frente al 3,3 % de abril.
