Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), afirmó recientemente que el banco no está lejos de alcanzar su objetivo de inflación del 2%, gracias al fortalecimiento del euro y a la disminución de los costes energéticos.
El miércoles (21 de mayo), hora local, durante una entrevista con los medios, De Guindos dijo que el fortalecimiento del euro y la disminución de los costes energéticos ejercerían una "presión a la baja" sobre los precios al consumidor en la zona del euro.
Añadió que, aunque el impacto general de las subidas arancelarias de Estados Unidos en la inflación sigue sin estar claro, no se puede descartar que esto pudiera "en última instancia" provocar una ralentización del crecimiento de los precios en la zona del euro. "El proceso de desinflación está en marcha y pronto podremos alcanzar nuestra definición de estabilidad de precios de manera sostenible", dijo.
Actualmente, el mercado espera ampliamente que el BCE vuelva a bajar los tipos de interés en junio y que pueda seguir abierto a una mayor flexibilización de la política monetaria.
El día anterior, Pierre Wunsch, miembro del Consejo de Gobierno del BCE y gobernador del Banco Nacional de Bélgica, también dijo a los medios que podría ser necesaria una política de "flexibilización moderada" para salvaguardar la recuperación económica y evitar que la inflación cayera por debajo del 2%. Describió la expectativa del mercado de un tipo de interés final del 1,75% en 2025 como "razonable".
La tasa de inflación de la zona del euro se mantuvo en el 2,2% en abril, principalmente debido a un aumento de los precios subyacentes. Sin embargo, los analistas esperan una corrección en mayo, cuando podría caer por debajo del 2%. Esta semana, la Comisión Europea pronosticó que el crecimiento de los precios al consumidor alcanzaría el 2,1% este año y podría caer al 1,7% en 2026.
De Guindos también señaló que la UE ha revisado a la baja su pronóstico de crecimiento económico para 2025, y añadió que el BCE "probablemente se ajustaría en esta dirección" en su nueva ronda de pronósticos trimestrales que se publicarán en junio.
"En marzo dejamos muy claro que los riesgos para el crecimiento se inclinaban a la baja. Ahora puedo confirmar que muchos de los riesgos que identificamos en ese momento se han materializado", dijo.
Más temprano ese día, el BCE publicó su Informe semestral de Estabilidad Financiera. El informe advertía de que la mayor preocupación de los inversores por los riesgos asociados a los productos estadounidenses podría conmocionar aún más el sistema financiero mundial.
No obstante, algunos funcionarios europeos también creen que este momento podría ser una oportunidad para mejorar el estatus internacional del euro. De Guindos comentó: «Depende de nosotros si podemos aprovechar esta oportunidad».
Si las principales instituciones europeas implementan políticas pertinentes, como avanzar en la Unión de Mercados de Capitales, la Unión Bancaria y el Mercado Único, el papel del euro en la economía mundial sin duda se volverá cada vez más importante, y también ganaremos más cuota de mercado.
