Según informes de medios extranjeros, a pesar de que los partidarios afirman que los incentivos para los automóviles ecológicos pueden crear empleos y reducir las emisiones en Estados Unidos, es probable que el Congreso estadounidense elimine en un futuro próximo la política de créditos fiscales para los vehículos eléctricos (VE).
En una entrevista, Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, dijo: "Creo que hay una gran posibilidad de que eliminemos esta política. Pero tendremos que esperar a ver el resultado final".
Antes de esto, también han surgido situaciones similares en mercados como Alemania y China, donde ambos países han ido reduciendo gradualmente los subsidios a las políticas en los últimos años. Sin embargo, parte de la razón por la que Estados Unidos reduce los créditos fiscales es para financiar el plan de recorte masivo de impuestos de Donald Trump.
Mientras tanto, el mercado de VE asequibles también se enfrenta a otro reto: los aranceles. Empresas como Ford, General Motors y Stellantis a menudo subcontratan la producción de modelos de automóviles de bajo margen para mejorar los márgenes de beneficio. Esto ha dado lugar a que modelos como el Jeep Wagoneer S, el Chevrolet Blazer EV, el Chevrolet Equinox EV y el Ford Mustang Mach-E se fabriquen en México. Con la imposición de un arancel del 25 % a todos los automóviles importados y sin ninguna exención fiscal por parte de Estados Unidos, los costos de importación de estos modelos aumentarán considerablemente.
Sin embargo, los reguladores exigen a los fabricantes de automóviles que vendan una cierta cantidad de VE, lo que significa que, a corto plazo, los fabricantes de automóviles seguirán vendiendo VE fabricados en México. Ahora, los fabricantes de automóviles solo pueden mantener las ventas con mayores pérdidas.
Por supuesto, todavía hay algo de margen de maniobra. Quizás los representantes de los estados con fábricas de VE presenten objeciones. Tal vez el proyecto de ley sea vetado en el Senado, donde los republicanos tienen una estrecha mayoría. Sin embargo, los medios extranjeros especulan que, si el proyecto de ley finalmente se presenta a Trump, el presidente estadounidense ciertamente no lo vetará. Trump ya ha dejado claro que se opone a las políticas de subsidios para los VE y no quiere pagar la factura.
Si los incentivos se eliminan de verdad, se espera que el mercado estadounidense de VE experimente una importante interrupción. Si los consumidores tienen planes de comprar un VE, deben completar la compra antes de que se elimine el crédito fiscal.
